
Del mismo modo la Consejería
insiste en la importancia de coordinar actuaciones entre las familias y los centros
educativos que escolaricen a alumnado sordo. Desde la federación se muestran
satisfechos con esta medida, pero insisten en la necesidad de potenciar una
educación bilingüe en la que se combine el desarrollo del lenguaje oral con la
enseñanza de la lengua de signos española.
El acuerdo firmado favorece tanto
las competencias educativas de los alumnos sordos como su integración escolar y
social. Cantabria cuenta con profesores especialistas en Audición y Lenguaje y
algunos de los centros cuentan con personal complementario para ofrecer
atención a los alumnos que padecen esta discapacidad.