
El campamento combinaba el
refuerzo educativo en materias como inglés, matemáticas, lenguaje o
informática, con otras actividades de ocio, reciclaje y cocina para niños.
Además se han trabajado valores sociales como la solidaridad, el compañerismo y
el trabajo en equipo con juegos y dinámicas diseñadas para ellos.
Dada la amplia variedad de
nacionalidades de los participantes (española, rumana, ecuatoriana, marroquí, guineana,
etc.) se ha fomentado la realización de actividades en grupo. Esto permite a
los niños conocer los orígenes e historias de sus compañeros y les sumerge en
un ambiente integrador que podrán exportar después a la vida cotidiana.
El campamento ofrece a los niños
una oferta lúdico-formativa alternativa pero, además, promueve en las familias
la conciliación entre la vida laboral y familiar y dota de tiempo libre a
aquellos padres que necesiten buscar empleo.