
Las actividades se han realizado
de lunes a viernes durante cuatro horas en los meses de julio y agosto. En este
periodo se ha dado respuesta a las dificultades de acceso que tienen estas
personas a la hora de disfrutar de salidas culturales, deportivas, talleres,
excursiones a parques temáticos o actividades acuáticas y de ocio.
El proyecto se ha desarrollado
con éxito gracias al trabajo de un grupo de jóvenes voluntarios y a la
colaboración de empresas y organismos relacionados. Además, el Cabildo de
Lanzarote dotó al proyecto con tres monitores especializados en el trabajo con
personas con discapacidad.
Este programa permite a los
beneficiados disfrutar de un buen número de actividades culturales y de ocio
sin el esfuerzo económico que supondría para las familias. Una forma de cubrir
el tiempo libre con una oferta accesible y de calidad.